CONFERENCIA DE ENRIQUE URBIZU. 22 febrero 2006.
En la creación cinematográfica partimos de un TEMA, una idea que queremos contar. De ahí nos encontramos con la primera pregunta que se hace el director de cine: QUÉ contar; pero también CÓMO contarlo. Ambas cosas se materializan en lo que es la esencia del cine, es decir, imágenes y sonidos.
El primer paso es tener muy claro cuál es el relato, qué historia queremos contar, para lo que hay que escribir un GUIÓN, que no es otra cosa que una obra literaria, similar a una novela. Un buen guión tiene que tener una ESTRUCTURA clara, compuesta de varios elementos: prólogo, presentación, dificultades, clímax y desenlace. Las películas tienen que tener una unidad, las diferentes partes del guión tienen que estar bien proporcionadas. Es como si un escultor hace una estatua y le pone una cabeza muy pequeña y los pies muy grandes. Si la estructura del guión está desproporcionada, afecta al ritmo y puede resultar aburrida, por muy buena que sea la idea.
El prólogo suele ir antes de los títulos de crédito. Es muy importante porque contiene la esencia de la idea principal. Por ejemplo, en El exorcista, es cuando al principio de la película, el cura protagonista aparece en unas excavaciones arqueológicas en Irak y encuentra una figurilla del diablo: nos está diciendo que el diablo reaparece de nuevo, y que pronto se dispersará por el mundo para hacer el mal. En el prólogo está ya presente el tono o carácter de la película, con sus sonidos, colores, etc.
En la presentación van apareciendo los personajes y los escenarios en los que se va a desarrollar la acción. Volviendo al mismo ejemplo, van apareciendo la niña que va a ser poseída y sus padres en la casa donde se desarrolla toda la trama.
Tras la presentación empiezan a aparecer las dificultades por las que va pasando el o la protagonista, acompañado de los personajes secundarios. Siguiendo el mismo ejemplo, a la niña empiezan a sucederle fenómenos extraños ante la desolación de los padres.
El clímax es el momento de máxima tensión. Una buena película va preparando suavemente el incremento de tensión, sin que se produzca de forma brusca.
Por último el desenlace es el que resuelve la película. En el cine clásico ésta solía tener un final feliz, cosa que en la realidad no siempre es así. En El exorcista el desenlace pasa por la muerte del cura y la liberación de la niña.
Todo esto lo cuenta el director de cine sirviéndose de dos herramientas fundamentales: la IMAGEN y el SONIDO.
Comenzando por la imagen, lo primero que hay que tener en cuenta es el encuadre, es decir, la forma en la que vamos a fotografiar los personajes y la escena: centrada en la imagen, a un lado, al otro... de cuerpo entero, sólo el rostro, el busto o desde las rodillas. Lo que queda dentro de la imagen, lo que capta la cámara, se llama campo. A veces la acción de los personajes transcurre fuera de lo que capta la cámara, es decir, fuera de campo.
Otro aspecto con el que hay que contar es el ángulo desde el que se captan las imágenes. Si aparece el protagonista a la misma altura que la cámara, hablamos de ángulo normal. Es el ángulo que se utiliza en series como Aquí no hay quien viva. Si la cámara se sitúa desde arriba es un picado. El picado más extremo es el que sitúa la cámara en la perpendicular del personaje. Por el contrario, si colocamos la cámara por debajo del rostro se llama contrapicado, cuya máxima expresión sería captar la imagen justo desde abajo a través de un cristal. Dependiendo de dónde coloquemos la cámara tendremos una visión u otra del personaje.
El tercer elemento es la relación que se establece entre la cámara y el personaje: si éste está en movimiento, la cámara puede seguirlo permaneciendo fija, hasta perderlo, o bien se puede desplazar con el sujeto. De la misma manera, un sujeto quieto puede ser filmado con la cámara fija o moviéndose a su alrededor. Por tanto el movimiento de la cámara es también muy importante. Un movimiento giratorio de la cámara sobre un soporte fijo es una panorámica. Si la cámara se mueve de sitio es un travelling. En ocasiones se utiliza una grúa para efectuar determinados desplazamientos de la cámara.
Otro aspecto significativo es el color de la imagen. Actualmente casi todas las películas se filman en color, pero hace 50 ó 60 años era frecuente que fueran en blanco y negro. Una comedia, o una película vitalista, utilizará colores vivos, mientras que un drama o una secuencia de suspense o psicológica utilizará colores apagados: azul, gris o marrón. El color afecta tanto a la ropa de los personajes, como a los decorados, naturales o de estudio. La luz refuerza el efecto de los colores, y además acompaña determinadas situaciones: si rodamos en el sur, en exteriores, es lógico que la luz sea potente. De la misma manera, si en un interior hace mucho calor, habrá que reforzar la luz natural con luz artificial. También puede ser que exista más luz de la deseada para filmar determinada escena, para lo que se colocará algún filtro que tamice la luz.
En cuanto al sonido, su correcta utilización amplía las posibilidades de la imagen. Las primitivas películas hasta 1927, carecían de sonido, pero durante las proyecciones se le añadía el sonido de un piano que era ejecutado en directo en la sala. El sonido sirve para acompañar las imágenes, siendo el más importante la voz humana. Pero también es importante el silencio: su efecto es en ocasiones mucho más impactante que el del sonido.
La música es el tercer integrante de esta herramienta sonora. Se utiliza para reforzar el sentido de las imágenes y en ocasiones para integrar en la acción personajes que están fuera de campo, pero que complementan las imágenes.
Pero ¿Cuál es el papel del director de cine en toda esta historia? El director de cine es la persona encargada de coordinar las aproximadamente 60 personas que intervienen en la realización de la película. Suele participar en la elaboración del guión, si no es el único guionista; supervisa la elección de los actores y actrices;
decide cómo se va a rodar la película, y tras la finalización del rodaje, se encierra con el montador para efectuar el producto final.
Durante el rodaje el director de cine no es un dictador que impone sus criterios a la fuerza: lo que más hace es responder preguntas y solucionar dudas. Hay quien compara su función con la del capitán de barco: cuando tiene que llevar el barco a Brasil, le dice a su segundo: rumbo a Brasil, y éste es el que se encarga de encaminar el barco por la ruta adecuada. La función del director de cine no es ofrecer su visión de las cosas, sino como dijo Alfred Hitchkock, uno de los grandes directores del cine, “lo que hacemos es dirigir la mirada del público”.
La última labor que realiza el director es el montaje, para lo que cuenta con la ayuda del montador. El montaje es una tarea de precisión, consistente en encajar, como si de un puzzle se tratara, los distintos fragmentos en los que se ha rodado la película. Cuando vemos una película, si no prestamos mucha atención, nos parece que está rodada continuamente de principio a fin, pero en realidad, una secuencia de cinco minutos puede tener unos 30 ó 40 planos diferentes, que son debidamente encajados en el proceso de montaje. Durante el montaje se puede reelaborar una película, ya que secuencias que se habían filmado con una duración determinada, pueden resultar excesivamente largas o cortas, y en muchas ocasiones se desecha material que no es necesario. De un correcto montaje depende también el ritmo de la película y hay veces que incluso se reescribe en el proceso de montaje. Este proceso también incluye el montaje del sonido.
Por último, algunos consejos:
· Escribir un guión bien estructurado y lo más detallado posible, para que nos sirva de guía en todo el proceso.
· No precipitarse a la hora de rodar, no hay que improvisar, e incluso conviene ensayar.
· Hay que intentar economizar, ya que el exceso de imágenes aburre, como sucede en los videos caseros de las bodas.
· Contar las cosas con sencillez.
3 comentarios:
Muchas gracias Lola por el ejemplo que nos has puesto, porque yo personalmente estaba un poco liada en cómo describirlo.
Ahora ya tengo las ideas más claras.
Hola Lola, soy Lorena.
He descrito a mi personaje en mi blog.
Es de una alumna de primaria inmigrante.
¿Puede ser o tengo que crearme un personaje que tenga funciones dentro del centro educativo?
Me gustaría hacerlo bien porque esta actividad me parece muy interesante.
Gracias.
http://organizacionescolarlorenacatalina.blogspot.com/
LORENA CATALINA ANDREU FERNÁNDEZ
3P1
Hola a todos. Mi personaje será la madre de dos alumnos. No se muy bien si la he definido correctamente, o si me faltan características. Lola, si tienes un ratito me lo miras.
Gracias, Saludos.
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